El Militar

Combate de Campichuelo

El general Belgrano estableció su puesto comando en La Candelaria. El Ejército Patriota se encontró con dificultades para cruzar el río Paraná. Por la falta de canoas, ya que los paraguayos para obstaculizar o impedir el cruce de las fuerzas de Buenos Aires, habían destrozado o retirado todas las embarcaciones del río.

Belgrano, según palabras de Mitre:”…tuvo que construir una escuadra compuesta de un gran número de botes de cuero, algunas canoas y grandes balsas de madera, capaces de transbordar 60 hombres y una mayor que todas, para soportar el peso de un cañón de a 4 haciendo fuego, pues se esperaba realizar el desembarco a viva fuerza.”(1)

La empresa era difícil. El Paraná tiene frente a La Candelaria más de 1.000 metros de ancho y una fuerte correntada, que desviaría la ruta de la escuadrilla en más o menos una legua y media aguas abajo. El lugar elegido para desembarcar era un claro del monte llamado El Campichuelo.

El paso del Paraná se inició el 18 de diciembre de 1810, luego de haber arengado a sus tropas, con una reducida fuerza de doce hombres que sorprendió, a las once de la noche, un destacamento enemigo, tomándole dos prisioneros y las armas. Antonio Martínez, el baquiano encargado de la operación, le remitió tres canoas, informando que el lugar de cruce era favorable. Inmediatamente se produjo el paso de otras fuerzas más considerables, operación que se realizó de tres y media a seis de la mañana, bajo la dirección del mayor general Machain, quien recibió la orden de apoderarse de Campichuelo, punto que custodiaba la avanzada paraguaya, apoyada por tres piezas de artillería. La operación, en la que se destacaron principalmente los edecanes Manuel Artigas y Ramón Espíndola y el subteniente de Patricios Gerónimo Elguera, se efectuó con todo éxito, obligando al enemigo a abandonar su posición.

En este Combate de Campichuelo, el general Belgrano, a pesar de su inferioridad numérica, logró derrotar a su enemigo gracias al factor sorpresa y al espíritu ofensivo.

Es interesante conocer el juicio autorizado del respetado historiador militar coronel Leopoldo Ornstein:” Falto de elementos y debiendo improvisarlo todo, el general argentino explotó hábilmente los efectos de la sorpresa, sacando todo el partido posible del error en que incurrió inicialmente su adversario al diseminar sus fuerzas desde las bocas del Paraguay hasta la Candelaria. La dirección central elegida para avanzar a través de la región mesopotámica permitió a Belgrano ocultar sus movimientos hasta el último momento, impidiendo así a su adversario reunir a tiempo las fuerzas frente al punto en que se efectuaría el pasaje del Paraná y facilitó la ruptura del cordón defensivo paraguayo en uno de sus puntos débiles.

“Si a esto se añaden las precauciones adoptadas para mantener al enemigo en la incertidumbre, los reconocimientos efectuados, las medidas para el franqueo del río y la ejecución del mismo, dado el ancho del obstáculo y la ausencia de materiales adecuados, se llega a la conclusión de que la operación llevada a cabo por el general Belgrano es una de las más notables que registra la historia militar argentina.” (2)

  1. Raúl Guillermo P. Muñoz, Campaña al Paraguay (1810-1811). En: INSTITUTO NACIONAL BELGRANIANO, Manuel Belgrano. Los ideales de la Patria. Buenos Aires, Manrique Zago Ediciones, 1995, p. 48.
  2. Leopoldo R. Ornstein, La expedición liberatadora al Paraguay. En: Academia Nacional de la Historia, Historia de la Nación Argentina, t. V, 2ª. Sección. Buenos Aires, 1940, pp. 286-287. Citado por: Mario Belgrano, Belgrano. Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano, 1996, 2ª. Edición, pp. 89-90.

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