Belgrano y...

La educación de la mujer

Belgrano, al igual que el obispo de San Alberto, que actuara en el Tucumán, cuando Belgrano todavía era un niño, se interesó por la educación de la mujer.

En España, los pensadores de la Ilustración Española se interesaron por este asunto. El mismo también se vio reflejado en reales cédulas. Así, Carlos III, dictó, para las niñas el “Reglamento para el Establecimiento de Escuelas Gratuitas en los barrios de Madrid”. 1

Belgrano consultó la obra del humanista valenciano Juan Luis Vives, titulada Instrucción de la mujer cristiana, donde se lee: “Aprenderá, pues la muchacha, juntamente letras, hilar y labrar, que son ejercicios muy honestos… Terencio, pintor de la vida humana, describiendo que tal ha de ser la doncella muy honesta, dice: “Sostenía su vida hilando lana y tejiendo”. Salomón, entre los otros loores que él da a la mujer virtuosa dice: “Buscó lana y lino y obró con la industria de sus manos. ..”. 2

Juan Carlos Zuretti escribió: “El combate a la ociosidad es proyectado por Belgrano en todas sus posibilidades. Para dar ocupación a las gentes pobres y especialmente a los niños le parece recomendable el establecimiento de escuelas de hilazas de lana y algodón…”trayendo de Europa todos los tornos necesarios, los maestros que enseñen su uso a los niños y la maestra que enseñe a las niñas, pues contemplo utilísimo que haya esta separación en la escuela”, con lo que expresa su poca simpatía por la coeducación”. 3

Belgrano buscaba la separación de sexos en la escuela, de acuerdo a la tradición católica que establecía esa norma en ese momento. En los países protestantes era bastante común la coeducación, de acuerdo con las enseñanzas de Comenio.

Belgrano no busca formar mujeres intelectuales, sino que con criterio práctico, tuvo más presente a la madre de familia. Procuró alejarla de la ignorancia y fomentar la virtud.

En ello siguió a los españoles de su tiempo y a Vives, quien dijo: “El tiempo que ha de estudiar la mujer yo no lo determino más en ella que en el hombre, sino que en el varón quiero que haya conocimiento de más cosas y más diversas, así para su provecho de él como para bien y utilidad de la república para enseñar a los otros”. 4

Belgrano, en el Río de la Plata, fue uno de los primeros en ocuparse de la educación de la mujer, buscando dignificarla. No debemos olvidar la acción de los jesuitas, quienes no sólo se ocuparon de la evangelización del indígena, sino que fueron los encargados de la educación en el periodo hispánico, hasta su expulsión en 1767. Ellos fueron los primeros que dignificaron a la mujer, preparándolas para que fueran buenas madres de familia.

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