Anecdotario

La Tarja de Potosí

Un símbolo Americano

tarja

Reseña histórica sobre la Tarja de Potosí.

Simbolismo y significación*

La Tarja o Escudo de Potosí es un canto o himno de oro y plata, que relata las hazañas del general Manuel Belgrano en las batallas de Salta y Tucumán, así como su acción en la gesta de la independencia americana. Dicha joya “es un real organismo político”, una obra con unidad, con asunto, temas principales, ideas complementarias y accesorias. Es altamente expresiva y sugeridora.

La Tarja, como se la conoce históricamente, le fue obsequiada el 4 de julio de 1813 al general Manuel Belgrano por las damas de la Villa de Potosí (Alto Perú, hoy Estado Plurinacional de Bolivia). Según testimonios de entonces, ocho días después de la llegada de Belgrano, como héroe de Salta, a Potosí, éste ofreció un magnífico sarao en la casa de su morada. A poco de iniciado el baile, se le acercaron tres mujeres (Gregoria Álvarez, María Álvarez y la esposa de Bonifacio Alba) que pusieron en sus manos “una espléndida guirnalda y palma de plata y oro, cinceladas con todo el primor del arte”. Aprovechando un momento de pausa, la señora Gregoria Álvarez tomó la palabra en nombre de todas las demás señoras y dirigiéndole a Belgrano un discurso le presentó en memoria de la libertad, que les acababa de dar, un magnífico “cuadro de plata”, rogándole lo aceptase. Se trataba de una joya de oro y plata un tanto “barroca” en su composición, muy al estilo de aquella época. Sus medidas son 1,70 m. de alto por 1,03 m. de ancho. Su valor fue estimado en 7.200 pesos fuertes, importante suma para aquel momento.

Puede observarse en un documento existente en el Archivo General de la Nación que Belgrano envía el obsequio desde Potosí, el 6 de septiembre de 1813, al Cabildo de Buenos Aires, en una muestra más de desprendimiento público. Lo acompaña con una lista de las setenta y siete damas patriotas que lo distinguieron con la Tarja en Potosí[1].

Una vez en Buenos Aires, se dispuso que ese “soberbio regalo” al héroe fuera colocado en los balcones del ayuntamiento, sobre cojines mullidos, donde el pueblo pudo admirarla durante varias semanas (tal como ocurriera 6 años antes en ocasión de la exhibición de la Lámina de Oruro).

Actualmente la Tarja se encuentra en el Museo Histórico Nacional de la ciudad de Buenos Aires, desde su entrada el 10 de Mayo de 1890, nominada como “Guirnalda y Palma de Potosí”.

En ella se advierte el sentimiento de la Patria Nueva, que se inspira en el porvenir de la América del Sur. Es el homenaje de todo un pueblo impulsado por los deseos de libertad, que proclama a través de ella en forma inequívoca sus anhelos futuros y su decisión de progreso ante el mundo.

En esta Joya también están plasmados de manera simbólica los esfuerzos constantes realizados por Belgrano a través del consulado de Buenos Aires, para promover el desarrollo integral de estas regiones. Una leyenda en oro lo designa “Protector de los Pueblos del Continente Americano”.

Los orfebres potosinos, fueron admirables maestros medallistas y expertos cinceladores de monedas, de joyas, y de objetos diversos como vajilla doméstica o piezas consagradas al culto religioso. Ello les permitió poder expresar con acierto y con un lenguaje simbólico su homenaje al héroe.

Descripción: consta principalmente de una parte central, que posee la idea-madre en la tarja o escudo oval de oro y que da su nombre a toda la pieza. Ese escudo es precisamente una metáfora designando a Belgrano protector de los pueblos del continente, tras su doble victoria y su avance hacia el norte. Su protección, como podrá observarse, se extiende a los mares lejanos (por la navegación y el comercio) en los dos océanos.

Compuesta esta parte central de varias piezas agrupadas, en esta forma:

  • en el fondo y en el centro, una cinta de plata figura la América Meridional y parte del istmo de Panamá;
  • al frente y como cubriendo el susodicho continente, se ostenta un escudo de oro, ovalado o tarja propiamente dicha, con versos pintados en negro, que dicen: “Las Potosinas constantes – que fieles se han mantenido – En defender el partido – De vuestras armas triunfantes – Viendo cuan interesantes – Son tus triunfos y victorias – Desean que a nuevas glorias – Oh Belgrano! te prevengas – Por la Patria y que mantengas – De su amor, estas memorias”;
  • circundado por un laurel a la derecha, y una palma a la izquierda, ambas ramas de oro también y con sus cabos cruzados abajo a modo de guirnalda;
  • arriba un ave de oro se destaca, con las alas abiertas y las garras suspensas, en actitud de elevar el vuelo; y de cada lado del escudo y ligada a él por su proa con cadenillas de oro, está colocada una navecilla de filigrana del mismo metal, a vela y remo;
  • por encima del ave una cartela de oro, dice en letras negras pintadas: “La América”.

La parte central recién descripta se halla rodeada:

  • arriba y en el medio, por una pieza de plata que representa la antigua Intendencia de Potosí, llevando sobrepuesto un sol simbólico labrado en oro;
  • arriba y a la izquierda y detrás de la pieza precedente, por otra en forma de cono que representa el cerro de Potosí, en cuyas laderas se ven llamas transportando las riquezas extraídas de sus entrañas y en cuya punta se ha fijado una flámula;
  • y de un a otro lado, por sendas piezas de plata, encintadas, con un calado en toda su extensión en figura de ondas, que convergen hacia abajo donde con otra pieza de plata, romboidal, cuyos costados están también en figura de ondas, representan en conjunto a los ríos Uruguay y Paraná confluyendo y originando el ancho estuario del Plata.
  • La susodicha pieza romboidal tiene varios sobrepuestos de oro labrado: dos grandes peces, uno de cada lado; un grupo de atributos emblemáticos, en el centro; y una cartela, sobre el extremo superior, que dice en letras negras pintadas: “El Río de la Plata”.
  • Una guirnalda, abajo, y una palma, arriba, ambas de plata, circundan a las piezas descriptas con gran profusión de adornos platerescos y nueve figuritas, de hombres, en plata maciza, repartidos simétricamente entre éstos, muestran sendas cartelas, del mismo metal, en la que lee grabado: “La Patria”:
  • de las piezas de plata encintadas, ya referidas, salen graciosamente hacia fuera cuatro ramas del mismo metal, dos de cada lado, sustentando las de la izquierda y la inferior de la derecha, figuras de damas, y la superior de este lado, de caballero; estas cuatro figuras son de plata, más grandes que las figuritas de hombre consabidas, y están en actitudes diferentes, ostentando sendos escudetes de oro, ovalados, con versos pintados en negro, en los que se lee, en el del lado superior izquierdo: “La victoria conseguida – En Salta, bien nos advierte – Que sólo tu brazo fuerte – Nos da libertad y vida”; el del lado superior derecho: “Tu – humanidad, tu virtud – Tu firmeza, tu constancia – tu valor y tu arrogancia – Dan al Perú la – quietud”; en el de abajo y la izquierda: “Este – suelo Americano – Pone toda esperanza – En restaurar su bonanza – Sólo en tu mano, – Belgrano”; en el de abajo a la derecha: “Aquella gloriosa acción – En el Tucumán ganada – Es de tu aguerrida espada – Un nuevo timbre y – blasón”. Además sobre una peana de plata con colgantes de oro, fijada a la pieza de plata que representa la antigua Intendencia de Potosí, otra figura de dama de plata y de igual tamaño que la de los lados, y que tiene en sus manos una cadena de oro que cae hasta la altura de la pieza romboidal, en cuyo extremo inferior se halla sobre puesto un escudete de oro, ovalado, con anversos pintados en negro, que dicen: “Hoy la – América del Sud – te ofrece con toda el alma – En esta guirnalda y palma – Los tributos de su amor”.

Remata la tarja un alto pedestal, ornamentado frondosamente al estilo plateresco, sobre el que está de pie una figura indígena, de plata con plumaje de oro, manteniendo con la diestra, enhiesta una lanza de plata cuya punta sostiene un gorro frigio de oro, y asiendo con la mano izquierda, una cadena rota de oro.

Finalmente, enganchado al extremo inferior de la tarja hay una pieza de plata en forma de borla con caireles movibles.

Conjuntamente con la Tarja, el Museo Histórico Nacional exhibe las medallas por Tucumán y Salta que le otorgaron al General Belgrano y que acuñara en Potosí (las envía desde Jujuy el 3 de mayo de 1813 al Gobierno).

La ornamentación de la Tarja presenta elementos y símbolos que al interpretarlos nos ofrecen en forma clara y emotiva, la imagen que aquellas mujeres tenían de la América del Sur. Es una pieza de arte que pertenece a la llamada platería virreinal.

La presencia simbólica de dos mundos culturales: el europeo y el indígena, aparecen amalgamados en la Joya. Un cacique rematando en lo alto, nos advierte de una fuerte presencia. Para las mujeres era un puente entre dos mundos contradictorios, obligados a vivir en un mismo hábitat. Aparece la riqueza del cerro potosino como una gran arquitectura – telón. Es una evocación, figuras femeninas y otros personajes masculinos entre misioneros y conquistadores, profesionales, universitarios enmarcados por granadas, rosas y lirios todos elementos simbólicos del Mediterráneo, que aludían al tema de la Virgen María en ese mundo andino. El Continente de la América del Sur aparece nítido desde el Canal de Panamá y las Islas Malvinas.

Todo el potencial de la región fluye y se derrama entre los ornamentos de la Joya. Un escudo en el medio indica cómo aquellas setenta y siete patriotas potosinas vieron en el general Belgrano, el elemento conciliatorio para la América del Sur. “Broquel de Sudamérica” lo interpretó Dellepiane a Belgrano.

Su costo, sus líneas, el asunto que simboliza, la fastuosidad de los ornamentos florales, enaltecen a sus autores al tiempo que se trata de un objeto digno de Manuel Belgrano y de la Gesta Americana.

Manuel Belgrano fue en verdad el inspirador de la Revolución de Mayo de 1810. El creador de la Bandera Nacional. Y el hombre que todo lo dio en beneficio de la Patria Americana. Enalteció la figura de la mujer, pues proclamó de manera fundamental su proyección a través de la educación al tiempo que procuró resolver y desarrollar las riquezas de este continente.

Los documentos y las fuentes nos muestran hoy el incansable trabajo de aquel importante hombre público que todo lo dio y nada le pidió a la patria. Desde las miradas de las mujeres que mandaron a realizar la Tarja, se advierte cómo la Gesta de la Independencia era parte de un destino común. El Continente Americano, se perfilaba como una unidad.

Esta era la idea a partir de los últimos decenios del siglo XVIII y el ideal expresado por Francisco Miranda, Simón Bolívar y José de San Martín.

El nombre de Manuel Belgrano cobró enorme significación, precisamente por ser el promotor de la Integración Regional.

*por el por el Lic. Prof. Matías DIB. 
 

[1]Las damas eran: María Alvarez, Lucía Ramirez, Gregoria Alvarez, Paula Apodaca, Josefa Lizarazu, Mercedes Tulio, Carmen Ursainqui, Manuela Parrilla, Isabel Mora, Eulalia Semborain, Manuela Ardiles, Mercedes Nuñez, Gregoria Aranibar, Josefa Salcedo, Juana Matos, Manuela Lizarazu, Carmen Alvarez, María Arriaga, Águeda Toro, Josefa Mendoza, Clara Rua, Juana Taboada, María Barriga, María Taboada, Micaela Eguibar, Nicolasa Taboada, Mercedes Paradis, Catalina Pulido, Micaela Alcoba, Manuela Pulido, Juliana Malpartida, María Pulido, Isabel Maguiña, Damiana Zuleta, Narcisa Pantoja, Melchora Apodaca, Dominga Iglecias, Manuela Concha, María Quintana, Andrea Montalbo, Bernarda Quintana, Manuela Mayora, Luisa Loyo, Margarita Gonzales, Inéz Guerta, Margarita Tellez, Juana Manuela Ibero, Luisa Machaca, Manuela Tellez, Petrona Miranda, Bartola Eguibar, Gregoria Besamendi, Petrona Urquieta, Melchora Escobar, Micaela Baldéz, Francisca Lizondo, Francisca Osio, Juana Espinosa, Tomasa Daza, Francisca Escalera, Raymunda Guendica, Petrona Pulido, Juliana Ortiz, Francisca Loayza, Petrona Machaca, María Molina, Maria Oré, Martina Ecos, Paula Oré, Maria Salamanca, Micaela Oré  , Ignacia Ecos, María Aliaga, Casimira Sandoval, Rafaela Liseca, Francisca Uriona y Antonia Castillo.

ACLARACIÓN BIBLIOGRÁFICA.
 
“Aviso de una emigrada de la Villa de Potosí” en el Despertador Teo-Filantrópico, Místico y Poético del padre Castañeda, Nº 4, p. 61 del Suplemento del 28 de agosto de 1820. El 25 de junio de 1820, Castañeda publicó en el pe­riódico El Despertador Teofilantrópico que dirigía, en forma de un poema elegiaco, la primera reivindicación póstuma de Belgrano. Allí figuran algunos versos que mencionan la Tarja.
 
“La Lámina de Oruro y la Guirnalda y Palma de Potosí” depositadas en la sala de Audiencia del Superior Tribunal de Justicia de Buenos Aires por A. J. Carranza en La Revista de Buenos Aires. Historia Americana, Literatura, Derecho y Variedades, Navarro Gloria, Miguel [Dir.]., tomo IX, Buenos Aires, Imprenta de Mayo, 1866, pp. 563 a 575. 
 
“La Tarja de Potosí” por A. P. Carranza del Museo Histórico Nacional.
 
DEL VALLE QUIROGA DE CORCUERA, Rosa; “El simbolismo de la Tarja” en Anales, Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano, 2000, número 9, pp. 289-290.
 
DELLEPIANE, Antonio; La Tarja de Potosí, Buenos Aires, Coni, 1917.
 
MINUTOLO DE ORSI, Cristina; “La Tarja o Escudo de Potosí” en Anales, Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano, 2000, número 9, pp. 285-286.
 
MITRE, Bartolomé; Historia de Belgrano y de la Independencia Argentina, 4ª ed., Buenos Aires, Félix Lajouane, 1887, tomo I.
 
MITRE, Bartolomé; Historia de Belgrano y de la independencia argentina, Biblioteca de Clásicos Argentinos, Volúmen XXVI, Buenos Aires, Estrada, 1947, t. I.

 

 

 

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