En plena batalla de Ayohuma, una morena, proveniente de Buenos Aires, llamada tía María, y conocida como madre de la Patria, mientras duraba el cañoneo como a las doce del día 14 de noviembre y con un sol que abrasaba la tierra, junto con sus dos hijas mozas, que se ocupaban de lavar con ella la ropa de los jefes y oficiales, constantemente condujo agua en tres cántaros que llevaban a la cabeza, desde un lago o vertiente situada entre ambas líneas y la distribuían entre los diferentes cuerpos, dándole un poco de alivio al ejército patriota durante la dura batalla.
Esta anécdota relatada por Gregorio Aráoz de Lamadrid en sus memorias, es uno de los recuerdos más dulces de su vida militar, junto con el Tambor de Tacuarí, que Belgrano conservaba en sus últimos días, aquejado por su grave enfermedad .(1)
- Gregorio Aráoz de Lamadrid, Memorias. Buenos Aires, W.M. Jackson Inc., 1953, tomo I, pp. 55-56. Véase también Lily Sosa de Newton, Las argentinas de ayer a hoy. Buenos Aires, Librería y Editorial L.V. Zanetti S.A., 1967.